Aplicar transfer DTF es un proceso relativamente sencillo, pero hay ciertos errores muy comunes que pueden arruinar el resultado final: diseños que se despegan, colores apagados, arrugas o incluso que el transfer no se adhiera correctamente. En este artículo repasamos los fallos más frecuentes al aplicar DTF y cómo puedes evitarlos para obtener resultados perfectos.
1. No usar la temperatura adecuada
Uno de los errores más habituales es no ajustar bien la prensa térmica. Usar una temperatura demasiado baja puede hacer que el adhesivo no se active, y si es demasiado alta puede quemar el diseño o dañar el tejido.
Solución:
Ajusta la prensa a una temperatura entre 150 °C y 160 °C (según el film y tipo de prenda). Usa un termómetro láser si dudas de la calibración de tu prensa.
2. Presión incorrecta
La presión es clave para que el polvo de poliamida se funda correctamente con la prenda. Si es muy baja, el diseño se caerá tras los lavados.
Solución:
Usa una presión media-alta. Debes sentir algo de resistencia al bajar la prensa, pero sin tener que forzarla.
3. No precalentar prenda
No eliminar la humedad o las arrugas antes de aplicar el transfer puede provocar problemas de adherencia.
Solución:
Haz una preplanchada de 5 a 10 segundos antes de aplicar el transfer, sin film ni papel.
4. Pelar el film en el momento equivocado
Si usas un film de pelado en frío y lo retiras en caliente (o viceversa), puedes levantar parte del diseño o dejar zonas mal adheridas.
Solución:
Consulta siempre si el film es de pelado en frío o caliente. No te guíes por la intuición: espera el tiempo necesario según el tipo.
5. No hacer el repensado final
Mucha gente se salta este paso, pero reprensar el diseño después de retirar el film mejora el acabado, la adherencia y la durabilidad.
Solución:
Coloca un papel protector (teflón, kraft o papel siliconado) y da una segunda prensada de 5 segundos.
6. Almacenar mal los transfers
Guardarlos en lugares húmedos o doblados puede arruinarlos antes de usarlos.
Solución:
Guarda los transfers en un lugar plano, seco y sin humedad. Si es posible, dentro de una bolsa hermética o carpeta rígida.
Conclusión
Evitar estos errores marcará la diferencia entre un acabado profesional y uno que no dure ni el primer lavado. Aplicar correctamente los transfers DTF es cuestión de práctica, pero con los parámetros adecuados y algunos cuidados extra, los resultados serán excelentes.
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